Una población
minera no está completa sin una estación de tren. La de El Oro conserva su
fisonomía arquitectónica de finales del siglo XIX. Podrás admirar esta construcción
pintoresca, que en esa época era necesaria para transportar el preciado mineral
y a sus pasajeros. A un costado encontrarás un antiguo carro de tren que da
vida a un singular restaurante en cuyo interior se guardan fotografías del auge
minero que da encanto a este municipio.
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